Ten Thousand eyes

10000 ojos sobre mi cabeza, de ellos escurría el liquido de la vida, miraban a su alrededor todos al mismo tiempo, vibrando de un lado al otro, en un compás no audible, sobre ellos, 10000 pestañas de fuego ardiendo en el inframundo, mis ojos a la misma velocidad de los otros 10000, girando en círculos, abriéndose y cerrándose, sintiendo el dolor de cada uno de ellos, y la agonía de los gritos desesperados. Rojos todos, inundados de tibia sangre, de tibio placer. Serpientes los cubrían y envolvían en remolinos de escamas y lenguas ácidas.

Una de ellas toco mi cara, despedanzando mi piel, en esa misma lengua mis esperanzas y mi fe se perdían por completo, lo ultimo que podía perder, lo ultimo que le queda a cualquier ser humano se iba dentro de ese aliento, mi piel descostrada, en cambio de ella... sangre, músculos desgarrados, huesos quebrados, retorciendome en el suelo de dolor, gritos de agonía de una garganta destrozada, apabullada, quemada por dentro.

Esta vez ya no habían serpientes, ni los 10000 ojos, solo había uno, mirándome de frente, mi cuerpo estaba recompuesto, al igual que antes, seguí al ojo con la mirada mientras daba vueltas a mi alrededor. Un dolor punzante atravesó mi órbita izquierda, de dolor caí nuevamente, con las manos en mi rostro, no había mas ojo, no había mas dignidad. De a poco cada componente humano se perdía en este remolino de bestias, de brisa sulfurada, de sangre coagulada... Solo me entregue al viento, al remolino, a los 10000 ojos que estaban sobre mi, a las serpientes de lengua bífidas con gotas de ácido, a mi cara desmenuzada y al ojo cruel de mirarme al espejo.