Hoy, mas que nunca te extraño, y te escribo esto con un cafe imaginario y un cigarro en mi mente, sabes que ya no fumo, y que el calor que hace me obliga a postergar los cafés que podria tomarme, te fuiste hace dos siglos y ya te extraño como si hubiesen sido mil, los dias no han sido faciles, me siento extraño como si algo me fatase, escucho nuestros grupos y no consigo decir volverás, porque entre mas lo pienso mas se me hace eterna tu lejania. En las noches abrazo tu sombra (o tu fantasma, como diria nuestro querido Silvio) y pienso simplemente en ti, en tu cuerpo, en tus ojos, tu sonrisa y tus vocales conjugando ese apodo por el cual consigues mi atención. Como sucedio esto, como llegaste a ser tan importante, ya van 5 meses y aun creo que fue ayer cuando caminabamos por las estaciones de metro escapando de las multitudes, arrinconandonos y haciendo nuestras las sombras, con besos, abrazos y caricias.
No se que fue lo que provocaste, no se porque me llamas a escribir y que solo escribo para ti y por ti. El tiempo escurre por mis manos como fruto de esta espera, y es que a diferencia de otro, yo no le puedo tomar el gustito.