Como aves

Sentados bajo una rama la pareja gorriones sentían el aire que les llegaba de todos lados, bajo el alero de ese pequeño arbolito, los mas retorcidos designios del universo se hacían realidad, abrazados conversaban, balbuceando pequeños cánticos agudos que solo ellos entendían, revoloteaban de felicidad, el gorrión le dijo: "esperame que te tengo algo" Ella impaciente saltaba de un lado al otro, tratando de disimular sus ancias, él, corto una ramita del girasol mas bello que encontró, y en su pico se lo trajo, ella con sorpresa recibió el regalo, lo abrazo y no bastaban palabras, se besaron por un largo rato. Por minutos que parecieron eternos; el sol daba directo en sus caras, por alrededor de ellos miles de hormigas caminaban distraidas mirando el paisaje. Es que para ellos el tiempo era otro.

Debajo de ellos, otra pareja se besa y coinciden las circunstancias del universo, bajo esos gorriones hay dos personas que el universo y uno que otro artefactos los han traído al mismo lugar que los gorriones, ella sostiene una flor de metal y el, a ella en sus brazos, el tibio sol de invierno llega directo en sus rostros, pero poco importa cuando los besos, las caricias y unas manos tomadas disfrutan del frío invierno.

Ambos bajaron hasta la ribera del rio entre otros gorriones y otras parejas siguieron tomados de la mano, escuchando el ruido del agua domada, ellos conversaron de pajaros, ellos de seres humanos, ellos de humanos y ellos de pajaros, es que el orden da lo mismo, en ese día, en ese mismo rio habían dos parejas acariciándose, mientras disfrutaban del tibio sol.