Hace un buen rato que llego al andén del tren subterráneo, la música lo transportaba lejos del recuerdo, pero en intervalos tan pequeños que no se daba cuenta, miró el reloj. Callado y con los ojos cerrados seguía concentrado en las palabras que los audifonos susurraban a sus oídos...
...Si tu no sabes lo que es volverse loco...
Faltaban 2 minutos para la hora designada, después de unos días sin verla en su estomago se cocinaba un festín de mariposas y otros insectos, sus párpados se separaron cual ave deja el nido y se levantó, a lo lejos una silueta se parecía a la de ella, había llegado, hace segundos, al punto de encuentro. Aun sin saber si es que era ella o no, se fue acercando despacio con los ojos entreabiertos intentando decifrar si de verdad era ella o alguien sumamente parecido...
-ALTO!- dijo el tiempo
Y ella con un suave giro de su cabeza lo vio, caminando por el cemento del andén... Ambos sonrieron como nunca, y el universo les dio una mano, hizo todo mas lento, para que ese momento lo disfrutaran como ninguno otro, el guardo la compustura y tras unos pasos rápidos vio como ella se le colgaba del cuello , con sus pies pequeños y sus rulos que saltaban al compás de las cuerdas de felicidad.