Visión

"...dentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del cenit al nadir porque ése es tu destino, tu miserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será el rebote, más larga tu duración en la memoria de la piedra..."
Huidobro

Te quiero... que comienzo
Peor es tragar saliva
Y peor aun es este nudo en la garganta que toma los contornos del mundo o la forma de un grano de ripio pegado a los pies

Lihn

"(...) Los otros, los más dignos, todavía esperaban una carta en la penumbra de la caridad pública, muriéndose de hambre, sobreviviendo de rabia, pudriéndose bajo la exquisita mierda de la gloria (...)"

Gabriel García Márquez

miércoles, agosto 31

Primavera en invierno

Esperaba en el dintel, obsesionado con el tiempo, recordaba aquellos momentos en los cuales el mismo tiempo, que hoy lo condenaba, se iba por entre sus dedos, licuandose tal agua por el colador de sus manos. Miró nuevamente su reloj en ademán de ver pasar las horas mas despacio, pero le fue en vano, las manecillas giraban como nunca antes.

Estamos atrapados, susurró para si. -Hace un tiempo ya- le respondió una voz en off -Recién comienza esto- Arremetió con calma la voz.

Miró nuevamente el reloj. Esta vez la luz del sol, que se metía por uno de los agujeros de esa vieja pieza oscura, le sirvió de linterna natural para realizar su cometido. El pasto allá afuera parecía tan limpio, tan incorrompible, el sol, que se colaba por entre los arboles, lo hacia bailar.

Una tarde de primavera en invierno, y yo encerrado acá dentro- Refunfuñó hacia la ventana. -Es el lugar que te corresponde, no es mi culpa que te hayas vuelto loco- Respondió el emisor desde todos lados. -Pero como tu puedes estar afuera!? Si al igual que yo te volviste loco-. -Es que a diferencia de ti se ocultarlo al resto, yo estoy loco pero es una locura sana, una locura con la cual puedo convivir y la cual me hace feliz- La voz agregó.

Esta vez sentado en el dintel, agarro un auto pequeño y comenzó a divertirse como nunca antes, el olor a café era impregnaba la habitación, a ellos le encantaba el café. El de afuera conversando y el de adentro susurrando para si... Si al igual que yo te volviste loco...

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