Hoy volví a recordarte después de mucho tiempo, te volví a recordar en tus últimos días, en ese lunes de invierno cuando te visite en el asilo, me reconociste, auque ahora eras tu la irreconocible, con ese espíritu doblegado por la edad, pero en tus ojos seguía existiendo la lucha por la vida, entre esos intentos por hablarme yo intente no pensar. Me habías dejado en otro lado, porque nunca antes en mi vida había pasado por una situación así, es que cuando te recuerdo se me vienen mil episodios a la cabeza, tus cuentos al lado de la maquina de coser, tu sonrisa junto a los perros en la casa de mi tata, tu lento caminar por el pasaje y esa loca manera de ver la vida, ese espíritu, el mismo doblegado por los años y el olvido, de nuca darse por vencido, y es que esa es la lección que todos sacamos de ti, que a pesar de los años y el tiempo uno debe ser mas fuerte. El día que supe de tu muerte no llore, el día de tu misa, tampoco lo hice, el de tu funeral si y en este momento mis ojos se empañan nuevamente cuando escribo estas lineas. Al igual que en el día de tu muerte estoy conversando con la misma persona, solo que ahora es al revés, ella es la que esta pidiendo mi apoyo, cuando la vez anterior ella me lo estaba dando. Ayer hubo una misa en tu memoria, y no se si alguna vez te lo conté pero lo creyente se me fue hace rato, sin embargo hoy es mi misa para ti, nunca había escrito como ahora, nunca te había recordado de esta manera, y menos con los ojos empañados, pero nunca te olvide, fuiste uno de los pilares de mi infancia, estas arraigada en todas las costumbres y te tendré en mi memoria para siempre, porque tu eres parte de mi familia. (Abatilla)
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