Entre en el salón repleto de gente, no sabia si te iba a encontrar dentro, cruce miradas con muchas personas, salude a otras cuantas, pero ninguna se asimilaba a tu cara. En el siguiente cuarto solo se podía entrar con mascara apropiada a la ocasión, la cual no había traído, ni se encontraba dentro de mis posibilidades, pero el portero, si es que así se le puede llamar, me indicó hacia un lado, en el se podían arrendar una serie de mascaras distinguidas, a la altura de la circunstancia, y que parecían salidas de un cuento de fantasía, entre ellas pude distinguir una silueta veneciana, cual Casanova para un noche que esperase afuera ante mi presencia.
Entre al salón nuevamente con la esperanza de poder encontrarte, entre risas y tragos de todas partes pude divisar tus atuendos, esos que habías encargado especialmente para esta noche, velos de colores, solo existías tu y un resto en movimiento. Lamentablemente por unos segundos desapareciste, te esfumaste ante mis ojos perplejos que no paraban de pensar en cuanto había esperado este momento, las numerosas cartas con aromas de otros lugares que evocaban ternura y desenfreno. -La combinación de los opuestos es la llave del alma enamorada- Te perdí, en solo un segundo desapareciste de mi vista y fuiste masa conversadora y abucheante que no detiene su ritmo de fuga.
Unos pasos delante mio camino mi cuerpo, pero sin mi, yo me había quedado con tu recuerdo, con tu y el mundo en una sola panorámica, mi cuerpo sin alma yacía unos pasos delante mio, mire a mi alrededor, solo encontré plumas, mire hacia atrás y encontré mi alma, mire hacia arriba y encontré una luna perdida buscando al sol, mire hacia adelante y te vi nuevamente, esta vez delante de mi, tus ojos lo decían todo, tu boca entreabierta, tu pelo caía por detrás de esa mascara.
Abriste tu boca para soltar el ultimo aliento en un saludo, yo fui esta vez el que hizo callar tu boca con mis manos en tus labios, descansaron mis dedos en tu roja boca y tu mano la pedí en nombre del viento, bese tus nudillos arrodillado ante tu belleza, mi alma se quemaba por dentro. Este es el momento, el preciado momento en el cual nuestros deseos se encuentran...
Entre al salón nuevamente con la esperanza de poder encontrarte, entre risas y tragos de todas partes pude divisar tus atuendos, esos que habías encargado especialmente para esta noche, velos de colores, solo existías tu y un resto en movimiento. Lamentablemente por unos segundos desapareciste, te esfumaste ante mis ojos perplejos que no paraban de pensar en cuanto había esperado este momento, las numerosas cartas con aromas de otros lugares que evocaban ternura y desenfreno. -La combinación de los opuestos es la llave del alma enamorada- Te perdí, en solo un segundo desapareciste de mi vista y fuiste masa conversadora y abucheante que no detiene su ritmo de fuga.
Unos pasos delante mio camino mi cuerpo, pero sin mi, yo me había quedado con tu recuerdo, con tu y el mundo en una sola panorámica, mi cuerpo sin alma yacía unos pasos delante mio, mire a mi alrededor, solo encontré plumas, mire hacia atrás y encontré mi alma, mire hacia arriba y encontré una luna perdida buscando al sol, mire hacia adelante y te vi nuevamente, esta vez delante de mi, tus ojos lo decían todo, tu boca entreabierta, tu pelo caía por detrás de esa mascara.
Abriste tu boca para soltar el ultimo aliento en un saludo, yo fui esta vez el que hizo callar tu boca con mis manos en tus labios, descansaron mis dedos en tu roja boca y tu mano la pedí en nombre del viento, bese tus nudillos arrodillado ante tu belleza, mi alma se quemaba por dentro. Este es el momento, el preciado momento en el cual nuestros deseos se encuentran...
Mis labios solo pueden desencadenar: "bella damisela, mis labios lo dirán todo"
waaa me enctantó!! me encantan las historias de carnevale, de máscaras - incógnito - y mejor aún si está el Casanova... dedo para arriba! :D me gustó me gustó!
ResponderEliminarqu bueno :D pense en tus mascaras mientras lo escribia
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